miércoles, 21 de mayo de 2008

Reflexiones sobre los juegos alternativos

Ahora que ya conocemos de primera mano los juegos alternativos, deberíamos hacernos una serie de preguntas acerca de su verdadera utilidad y vigencia dentro del ámbito educativo, que será nuestro futuro más probable y mayoritario, e incluso recreativo, como son escuelas deportivas municipales, que generalmente vienen a significar, en su modalidad multideporte, predeporte, guarderíadeporte, etcétera, el espacio idóneo para éstos.

Comenzaré diciendo que parece evidente que los juegos alternativos tienen un componente lúdico medio o alto, dependiendo de lo bueno o aburrido que sea el juego. Hasta aquí todos de acuerdo. Ahora toca decidir si esto es motivo suficiente para incluirlos en las clases de EF. Muchos diréis que no, lógicamente. Pero, seguramente todos recordaremos haber tenido un primer contacto con este tipo de juegos en vísperas de fiestas, cuando se había hecho ya lo "importante" del curso. Hasta en mi periodo de prácticas de magisterio lo pude revivir. Tengo la sensación de que hay muchos docentes que los utilizan como medio de diversión todavía.

Entrando ya en sus características, muchos de estos juegos nos proporcionan la oportunidad de modificar la complejidad de las habilidades necesarias en nuestra asignatura. Esto dado, obviamente, gracias a la mera diferencia en las prácticas a lo convencional. Pues bien, se relaciona, en muchísimos casos todavía, todo esto con introducir estos juegos como medio de que aquellos menos hábiles puedan equipararse o incluso superar a sus compañeros. Sobrepasar las barreras sociales, culturales, etc. Leed a Arráez (1995) y Barbero, Ramírez, Martínez y Lisbona (2000), verbigracia. Yo considero que de ser así, que en muchos de los juegos alternativos que se nos presentan no lo será, no es motivo suficiente ni mucho menos justificante en una clase de EF. Más que nada, porque la mayoría de estos juegos, si no son de lógica paradojal, mantienen aquello de que si eres bueno ganas y si no, mala suerte. Por ejemplo, ponen el fútbol como ejemplo de deporte discriminador por la cuestión educacional y social; pero proponen sin complejos el Lacrosse como alternativo, cuando probablemente sea un juego mucho más diferenciador. Por lo tanto hay que tener mucho cuidado en la elcción de los juegos y la intención que tengamos para con nuestros alumnos.

Sin embargo, no me cabe duda de que bien elegidos los materiales y los juegos, podemos conseguir un desarrollo cognitivo a través de los alternativos. Igual que lo podemos conseguir con tradicionales, no nos equivoquemos: nos han estado contando mucho tiempo que los deportes, convencionales e olímpicos incluso, eran un medio para desarrollar la inteligencia motriz, táctica, técnica, etc. Los juegos alternativos pueden o no alimentar este desarrollo cognitivo, igual que los demás deportes, siempre depende de cómo se planteen y el interés real del docente en que los alumnos jueguen y practiquen pensando. Por utilizar una indiaca o un frisbee ni un profesor está mejor formado que otro que no lo haga, ni un niño va a enriquecerse más de la experiencia. Influyen muchas cosas además.

Mi intención es la de haceros reflexionar un poco acerca de esto y obtener muchas opiniones vuestras. Así que los comentarios serán bienvenidos, un saludo!